El proceso comienza con la impulsión de agua con una bomba controlada desde computador (PC) desde un depósito de almacenamiento a una caldera de agua controlada desde computador (PC), donde se transforma en vapor. La caldera está constituida por resistencias eléctricas, cuya potencia es medida y controlada, y dispone de todas las medidas de seguridad necesarias para un trabajo seguro, como válvula de seguridad e interruptor de nivel.
El vapor de agua generado, cuando alcanza las condiciones de trabajo, se expande en un motor de vapor de dos cilindros generando una potencia eléctrica, la cual es medida.
A la salida del motor, el vapor de agua se condensa usando un flujo de agua en un intercambiador de calor. El condensado se acumula en un depósito de medida y pasa de nuevo al depósito de alimentación.
El equipo tiene como elemento para ejercer el par resistente un freno de banda dinamométrico. Dicho freno está unido solidariamente al eje del motor, transmitiendo el par y la potencia y permitiendo la medida de velocidad, par y potencia del motor.
Se incluye un calorímetro de estrangulamiento para medir la fracción seca del vapor.
Se suministra toda la instrumentación necesaria para conocer las temperaturas, presiones y caudales de los puntos clave para poder analizar el ciclo Rankine: caudal de condensado del vapor, presión de entrada y salida del agua de la caldera y del motor y medidas de temperatura en los puntos clave.