En ingeniería, una conducción de fluidos se define como la estructura u obra que permite el transporte de un fluido desde una fuente hasta el destino requerido. Se distinguen dos tipos de conducciones: las cerradas (tuberías, túneles o alcantarillas) y las abiertas (corrientes naturales). Los flujos en las conducciones cerradas generalmente serán a presión, contrariamente a lo que sucede en las que cuentan con la superficie libre.
Ver másLas conducciones se emplean en muchas y muy variadas obras, por lo que deberán adaptarse. Para ello, cuentan con componentes, los principales en una línea de conducción son las tuberías y piezas (juntas, codos, reducciones, válvulas, etc.). Además, según las especificaciones de diseño o los requerimientos de la obra, las conducciones pueden transportar el fluido gracias a un sistema de bombeo, por gravedad o por ambos mecanismos. Es importante, al mismo tiempo, el estudio de los materiales debido a la posible presencia de sólidos gruesos o el carácter abrasivo de los fluidos, entre otras propiedades.
El ejemplo más claro de conducciones se encuentra en la red de distribución y abastecimiento de agua potable. Las instalaciones de consumo de agua humano, que deben garantizar la seguridad e higiene, están constituidas por diversos elementos como depósitos, tuberías, accesorios, etc. Otros ejemplos son las conducciones para la evacuación de las aguas residuales y pluviales, para las redes de riego con agua reutilizada o para la gestión del agua de lluvia en las edificaciones.
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