4.4.- INSTALACIONES Y MANTENIMIENTO

En los últimos años, como consecuencia de la nueva revolución industrial o "Industria 4.0", la aparición del "Industrial Internet of Things" (IIoT) y las "Smart Factories", es posible adaptarse a estas necesidades gracias a la aplicación de las técnicas más sofisticadas en el diseño de nuevas instalaciones en la renovación de las existentes.

A pesar de todos estos avances tecnológicos y los controles exhaustivos que se llevan a cabo, no hay que olvidar que todo aquel elemento que intervenga en el proceso productivo va a estar sometido a un desgaste mecánico y eléctrico (esfuerzos, cargas, etc.) y su vida útil es limitada. Para evitar fallos catastróficos, paradas en la producción o cualquier tipo de proceso que implique un aumento de los tiempos improductivos y por lo tanto un aumento de costes, es sumamente importante llevar a cabo un buen mantenimiento de la maquinaria, los sistemas eléctricos, etc.

Tradicionalmente, solo se contemplaban dos tipos de mantenimiento:

• Correctivo: consiste en solucionar el fallo cuando éste ya ha ocurrido.
• Preventivo: consiste en una revisión periódica de todos aquellos elementos problemáticos y sustituirlos si así se ha contemplado.

Estos tipos de mantenimiento conllevan unos costes en la mayoría de los casos elevadísimos e innecesarios. En la actualidad, gracias a la tecnología de la que se dispone, es posible llevar a cabo mantenimientos predictivos, que consisten en un análisis exhaustivo de todas aquellas variables que intervienen en todos los componentes de un sistema y poder sustituirlos en el momento preciso.

Pero, si se quiere tener un mayor control sobre los fallos que pueden sufrir todos aquellos componentes mecánicos sujetos a desgaste, existe otro tipo de mantenimiento, conocido como mantenimiento proactivo, que consiste en ir un paso más allá del predictivo, buscando la raíz del problema.